De acuerdo al tema de dificultades en el aprendizaje, compartimos con ustedes algunas estrategias que para la estimulación del lenguaje, con el fin de potenciar el desarrollo de la competencia comunicativo-lingüística en los niños y niñas, y de ésta forma conocer un poco más algunas dificultades que se pueden presentar en la Primera Infancia.
De esta forma, es importante tener claridad que el lenguaje es una forma de comunicación que se basa en un sistema de símbolos, consiste en las palabras que utilizan una comunidad y las reglas para combinarlas. Necesitamos el lenguaje para hablar con otros y para escuchar a otros. Nuestro lenguaje nos permite pasar información describir, con detalle eventos pasados y planear el futuro, de igual forma nos permite pasar información de una generación a la siguiente y crear una herencia cultural.
El primer lenguaje que utiliza el bebé es la expresión, éste lo emplea a través de los balbuceos, sonrisas, llantos y otros sonidos, de los sentimientos y necesidades. Así se comunican al principio. Luego, poco a poco, los bebés van adquiriendo un lenguaje más fluido, llegando al dominio de la comunicación verbal.
Desde los primeros meses de vida los padres pueden estimular a los niños y las niñas por medio de aprobaciones como las sonrisas, ruidos que a los niños les gusten, canciones y así, motivarlos a producir con su propia lengua y labios, vocalizaciones e imitación de sonidos producidos por los adultos y las cosas que los rodeen.
Por medio del juego se puede realizar la estimulación del lenguaje en los niños y las niñas, es importante tener en cuenta que el juego y el lenguaje van siempre de la mano, pues cada vez que los niños y las niñas están jugando, reproducen sonidos y se habla constantemente.
Cuando los niños ya tienen un poco de su lenguaje desarrollado comienzan a jugar con el lenguaje, por ejemplo deforman los sonidos, hablan con los labios juntos o con la boca abierta, dicen palabras al revés y demás, todo ello está aportando a la estimulación y la adquisición del lenguaje oral.
Al realizarse actividades que están ligadas de forma directa con la expresión oral como por ejemplo las narraciones, las dramatizaciones, los juegos de rol, los juegos de palabras, las adivinanzas, las canciones e incluso las poesías sencillas, se estimula directamente el lenguaje de los niños.
Es importante trabajar en estrategias que permita cautivar al niño y a la niña en el desenvolvimiento de un lenguaje acorde a su edad, sin embargo, hay que tener en cuenta que se pueden presentar algunas dificultades del lenguaje en los niños y las niñas que pueden afectar otros procesos, algunas de ellas son:
La Dislalia: Es el trastorno del lenguaje más común en los niños y normalmente no se le da importancia. Consiste en decir mal uno o varios sonidos e incluso puede llegar a darse la situación de que lo que dice el niño sea totalmente ininteligible, es decir, imposible de comprender. Para poner un ejemplo, cuando un niño de más de cuatro años, en lugar de terror dice telol o en lugar de pera dice pela. Este trastorno también se da en el caso, menos frecuente, de que el niño olvide pronunciar un determinado sonido.
El retraso en la aparición del habla: Es preciso aclarar que este trastorno no implica ningún retraso intelectual. Un niño de dos años puede no decir una palabra y, sin embargo, ser muy inteligente. De todas maneras, es preciso estimular al niño para que el proceso de aprendizaje sea el correcto. Hacia los 12 meses, el niño debe ser capaz de decir algunas palabras, aunque entonces si resulta normal que las pronuncie de manera incorrecta. A los cuatro años debe haber aprendido a decir bien todos los sonidos y, si no es así, es preferible consultar a un especialista.
El Tartamudeo: Suele aparecer entre los tres y los cuatro años. Todos los niños del mundo tartamudean; unos lo hacen repitiendo alguna palabra o sílaba y otros haciendo una pausa entre una palabra y otra, pero ellos no tienen por qué ser algo permanente como ocurre con los adultos, simplemente forma parte de una de las etapas evolutivas del niño. En muchos casos el niño tartamudea cuando se da cuenta de que tiene poder verbal, cuando al pedir algo se le conceden sin ponerle obstáculos y en realidad eso le provoca un susto, una sorpresa.
De acuerdo a lo anterior, los padres de familia en el hogar, pueden desarrollar estrategias que estimulen el desarrollo lingüístico de sus hijos a través de la lectura de cuentos, de las canciones, de los juegos de palabras, del uso de un lenguaje adecuado a la edad del niño.
PARA TENER EN CUENTA:
- Es muy importante respetar el ritmo personal del niño cuando se expresa.
- No interrumpa al niño cuando este contando algo.
- No se anticipe a las respuestas aunque el niño tarde en darlas.
- Si el niño comete errores en su lenguaje, no se ría, estimúlelo repitiendo constantemente la expresión. También se puede utilizar el método de corrección indirecta de las palabras del niño, respondiéndole frecuentemente, repitiendo sus frases, corrigiendo las palabras mal dichas y añadiendo las que no dice, pero siempre después de que él haya acabado de hablar.
- Utilice constantemente un lenguaje claro y adulto, evitando los diminutivos y el lenguaje infantilizado.
- Acostumbre al niño para que aprenda a escuchar y que él también sea escuchado. A mirar a los ojos de la persona que habla, a no interrumpir a los demás hasta que no hayan acabado su frase o comentario.
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